06 septiembre, 2017

Un enfoque estratégico del binomio Responsabilidad Social y Sostenibilidad

Resumen

En los albores del siglo XXI, el vínculo Responsabilidad Social y Sostenibilidad se ha constituido en un factor generador de ventajas competitivas y posicionamiento organizacional, que debe ser visible en la formulación de los objetivos empresariales y ser evidente en la ejecución de proyectos. Un enfoque estratégico deberá permitir el desarrollo de las actividades organizacionales en el marco de la preservación del futuro, trascendiendo el simple enfoque ambientalista para adquirir un compromiso con las transformaciones positivas de la realidad, las comunidades, el capital humano, y la inclusión, procurando un equilibrio con la destinación de recursos económicos que también preserven el futuro de la misma organización y maximicen la rentabilidad.

Un enfoque estratégico del binomio responsabilidad social y sostenibilidad

El Informe “Nuestro futuro común” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) (1987), también llamado "Informe Bruntland", definió el Desarrollo Sostenible como "El modelo de desarrollo que, cubriendo las necesidades del presente preserva la posibilidad de que las generaciones futuras satisfagan las suyas".

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (ONU, 1992) o Cumbre de la Tierra celebrada en junio de 1992 en Río de Janeiro, se estableció la Agenda 21, un programa en que se especifican las acciones que deben ser implementadas en el orden global, por parte de los organismos de la ONU, los gobiernos y por particulares en las áreas en que se generen impactos sobre el medio ambiente.

El enfoque tradicional del Desarrollo Sostenible apunta a la convergencia de crecimiento económico constante en el tiempo y la preservación ambiental, minimizando los impactos negativos sobre el entorno. Mientras que un enfoque más moderno integra desarrollo económico, sostenibilidad ambiental y participación comunitaria, articulando los principios identificados en el Informe sobre Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidad para el Desarrollo (1996): Equidad, Oportunidades de empleo, Acceso a bienes de producción, Gasto social, Igualdad de género, Buen gobierno y Una sociedad civil activa.

Se entiende por Responsabilidad Social a la integración de competencias organizacionales que le permiten a una institución responder de forma proactiva con respecto a los impactos que inciden sobre los grupos de interés con los cuales se relaciona. En este sentido, la Responsabilidad Social orienta los esfuerzos organizacionales trascendiendo el enfoque tradicional de indicadores de resultados basados en procesos internos, aprendizajes-desarrollo, clientes y finanzas, para alcanzar una nueva dimensión clave relacionada con la calidad de su entorno. En esta nueva dimensión se contempla una visión integral de los involucrados en contexto, articulando productividad, ingresos y crecimiento económico, con aspectos relacionados con gestión ambiental y sostenibilidad, calidad de vida, desarrollo comunitario, prácticas de buen gobierno, entre otros.

"La Responsabilidad Social sirve para fortalecer la gestión empresarial a través de la implementación de prácticas y procedimientos de la empresa, de sus directivos y demás miembros en cada una de sus relaciones con todos los grupos de interés (stakeholders). (...) La Responsabilidad Social previene los riesgos sociales que se pueden traducir en demandas, sanciones, excesiva regulación gubernamental, pérdida de imagen y mercado y puede llevar a la desaparición del negocio." (Centro Colombiano de Responsabilidad Social, 2006, p. 2).

Algunos autores han incorporado el concepto de “Ciudadanía Corporativa” que Capriotti (2006) define de la siguiente forma: “Más allá de cuestiones eminentemente terminológicas, existen un conjunto de fundamentos comunes entre todas las definiciones y conceptos precedentes. Así, la Ciudadanía Corporativa, en sentido amplio, puede ser definida como los compromisos, estrategias y prácticas operativas que una compañía desarrolla para la implantación, gestión y evaluación de su conducta corporativa, su ética corporativa y sus relaciones corporativas. La Ciudadanía Corporativa, pues, se sustenta sobre cuatro aspectos generales: (a) el comportamiento corporativo, (b) la ética corporativa, (c) las relaciones corporativas, y (d) la política de ciudadanía corporativa”.

Sobre este mismo respecto Lang y Solms (2006) comentan: “Sin embargo, la ciudadanía corporativa bien entendida no es un acto altruista de beneficencia, sino un método estratégico de gestión empresarial caracterizado por una articulación sistemática de los intereses empresariales con el bien común. Y es en esta combinación donde reside su atractivo desde el punto de vista político”.

Los conceptos Sostenibilidad y Responsabilidad Social se articulan en la medida en que las empresas integren el ejercicio de la actividad operacional en su contexto bajo patrones de calidad ambiental y producción limpia, en donde la visión del medio no sólo sea adaptación, sino que aporte mejoras a las condiciones, en el marco de un compromiso hacia la creación y conservación de una cultura que permee las suposiciones, creencias, valores y normas que comparten los miembros de las organizaciones, con respecto a la gestión ambiental, la sostenibilidad, el compromiso con la comunidad, el desarrollo social y la calidad de vida.

Una verdadera estrategia de Responsabilidad Social, trasciende la simple caridad y la filantropía estratégica, contempladas como elementos de extensión, agregados de la actividad organizacional o factores de marketing y posicionamiento; y exige un programa integral de intervención que impacte proactivamente su contexto, identificando un norte estratégico en que converjan una dimensión económica (regulaciones de las conductas, código de conducta, gobierno corporativo, gestión de crisis y riesgos), una dimensión de Relación con el entorno (respeto al medio ambiente, ecoeficiencia, análisis medioambiental), y una dimensión social (Responsabilidad Corporativa y filantropía, indicadores laborales, desarrollo de capital humano, análisis social, atracción y detección del talento).

La empresa sostenible comenzó a ser señalada como aquella capaz de formular su estrategia integrando tres parámetros complementarios: crecimiento económico, creación de valor social y preservación ambiental, esto se evidencia desde los acercamientos a conceptos como Ecoeficiencia y Responsabilidad Social Corporativa (RSC) definida por el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) (1992) como ”la decisión de la empresa de contribuir al desarrollo sostenible trabajando con sus empleados, sus familias y la comunidad local, así como con la sociedad en su conjunto, para mejorar su calidad de vida”. 

Todas las actividades organizacionales desarrolladas deben tener como base fundamental el equilibrio de la rentabilidad, porque de lo contrario podría verse afectada la sostenibilidad misma de la compañía. En un enfoque estratégico se debe evitar la asignación de recursos no planeados para actividades comunitarias con el fin que la organización adquiera popularidad y reconocimiento por sus acciones sociales.

La estrategia deberá basarse en una programa de acciones sociales acordes con unos cronogramas, presupuestos y objetivos de calidad claramente definidos, asegurando la sostenibilidad misma de la organización y actuando con Responsabilidad Social, atendiendo las necesidades de los directivos, de la organización, del mercado (expansión), de los clientes (internos y externos), proveedores y de la sociedad.

La integración de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad es un factor cada vez más atractivo para los inversionistas socialmente responsables, junto a las tendencias de globalización se fortalece la concepción de que la alineación de factores productivos, operacionales y económicos; con factores medioambientales y sociales, constituyen un aspecto diferenciador que fortalece las estrategias empresariales de posicionamiento prospectivo. Por consiguiente la interacción proactiva con el entorno y lo social, cada nuevo día adquiere una mayor preponderancia en los mercados bursátiles. Los inversionistas ven en el binomio Sostenibilidad- Responsabilidad Social como un elemento característico de organizaciones de innovación, altamente productivas, comprometidas con su rentabilidad también sostenible.

Prueba de estas aseveraciones es la importancia que ha tomado el Índice Dow Jones de Sostenibilidad (DJSI) que es la variante específica de la bolsa de Nueva York para empresas que cumplan unos determinados requisitos de sostenibilidad. El DJSI constituye el primer índice global a través del cual se evalúa el desempeño financiero de las empresas orientadas hacia la sostenibilidad que tiene participación en la Bolsa de Nueva York.

“El DJSI fue creado el 31 de diciembre de 1998 por las entidades Dow Jones Indexes (el indicador con sede en Nueva York), Stoxx Limited (Gestor del Índice Europeo) y SAM (Sustainable Asset Management), encargada de evaluar los candidatos a partir de los criterios de sostenibilidad elegidos por el índice, que se revisan trimestralmente (marzo, junio, septiembre y diciembre).”

Los criterios demandados a las empresas para que puedan formar parte del DJSI se encuentran categorizados en las precitadas dimensiones Económica, Relación con el entorno y social.

Conclusiones
La empresa del siglo XXI ha enriquecido el Desarrollo Sostenible integrando el capital humano como su principal activo, reconociendo que la capacidad de creación de nuevas ideas e innovación van de la mano con la Responsabilidad Social. De esto se deriva que la integración de las variables ambientales, económicas y sociales debe ir planeada en alineación con la estrategia corporativa, y que en el marco de la competitividad tribute al posicionamiento de productos y/o servicios de calidad.

Las certificaciones por gestión en procesos productivos sin afectar el medio ambiente, los miembros de la compañía que aseguren la calidad en su gestión, procesos y productos, el compromiso con la calidad de vida de los individuos, el buen gobierno, el desarrollo de las comunidades, la inclusión y las disminución de brechas socio-económicas, hacen que una empresa funcione con Responsabilidad Social Sostenible. Así la sostenibilidad se valoriza continuamente y se mantiene en equilibrio, reflejado en un aumento rentable para la empresa con un distintivo de alto interés de inversionistas, aumento de emprendimiento productivo, de capital y social. 

Referencias

Capriotti Paul. (2006) Concepción e Importancia Actual de la Ciudadanía Corporativa. Razón y Palabra, 53. Recuperado de www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n53/pcapriotti.html

Centro Colombiano de Responsabilidad Social (2006). ¿Qué es la Responsabilidad Social Empresarial?. Artículos CCRE. Recuperado de www.ccre.org.co/upload/2art03_g.pdf

Faircompanies (2007). Sobre el Índice Dow Jones de Sostenibilidad (DJSI). Recuperado de http://faircompanies.com/news/view/sobre-el-indice-dow-jones- sostenibilidad-djsi/

Lang Susanne & Solms Frank (2006). La responsabilidad social como estrategia de negocios. Nueva Sociedad. Recuperado de www.nuso.org/upload/fes_pub/lang.pdf

Organización de las Naciones Unidas (ONU). Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (1987). Our common future [Nuestro futuro común]. Madrid, España: Alianza Ed. 

Organización de las Naciones Unidas (ONU). Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (1987). Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Recuperado de www.un.org/esa/dsd/agenda21_spanish/res_riodecl.shtml

Programa de Naciones Unidad para el Desarrollo (1996). Informe sobre Desarrollo Humano 1996. Madrid, España: Mundi-Prensa Libros, S.A.

World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) (1992). Changing Course: A Global Business Perspective on Development and the Environment. London, England: The MIT Press. Recuperado de www.amazon.com/Changing- Course-Perspective-Development-Environment/dp/0262193183#reader_0262193183

12 julio, 2017

Instalación de Microsoft Project 2016 - Guía paso a paso

1. Utilizando un navegador de Internet, inicie sesión en www.hotmail.com con una cuenta de correo Microsoft (Hotmail, Outlook, MSN, etc.):



2. Abra una nueva pestaña en el navegador de Internet, e ingrese a la dirección:  www.microsoft.com/es-es/evalcenter/evaluate-project-professional-2016 

3. Aparece la página de Project Professional 2016 – Evaluation | 60 días. Aquí deberá hacer click en el botón  Sign in , si no se ha registrado antes en el Centro de Evaluación de Microsoft.


4. Seguidamente le aparece el botón  Register to continue , haga clic aquí para continuar:



En la siguiente página le aparecerá la información de registro. Los datos de identificación son obtenidos de su perfil de la cuenta de correo. Adicionalmente, deberá diligenciar lo siguiente:

a. Localidad o país: Seleccione “Colombia” en la lista desplegable.
b. ¿Cuál es su función principal en su compañía u organización?: Seleccione el cargo que más se asemeje al que desempeña o simplemente señale “Estudiante”.
c. ¿Cuál es la versión del software que desearía instalar?: Deberá indicar si desea instalar una versión de Microsoft Project para 64 Bits o 32 Bits, esto dependerá de las características de su computador. En equipos antiguos solo aparecerá activa la versión de 32 Bits.
d. Señale el idioma del producto que desea descargar. Seleccione la opción “Spanish” (Español)
e. Para suscribirse, seleccione las comunicaciones siguientes y el formato de envío que prefiere (HTML o Texto): Seleccione únicamente el botón que indica la opción HTML. Si señala la casilla “Suscribir”, le llegarán a su correo boletines informativos de productos Microsoft (No lo recomiendo).
f. Preferencias de comunicación: Le recomiendo señalar solamente la casilla correspondiente a la opción “Mi dirección de correo electrónico”.

5. Una vez completado el formato de registro, haga clic en el botón  Continue . Recuerde que durante el periodo de prueba de Microsoft Project usted recibirá tres correos con información relacionada con la mejora de su experiencia utilizando la herramienta. (Haga caso omiso de esos correos)

6. Seguidamente aparecerá la página en que le presentan la clave asignada a su versión de Project 2016 (Es recomendable imprimir esta página, con el fin de conservar la clave).


7. La descarga del programa instalador deberá iniciar automáticamente (verifique en la “Barra de descargas”, ubicada en la parte inferior izquierda de su navegador). Si la descarga no inició automáticamente, haga clic en el botón Download:


8. Cuando haya completado la descarga deberá hacer clic en el botón en la “Barra de descargas” para iniciar la instalación de Microsoft Project 2016.

9. Si su sistema operativo le solicita autorización para instalar un nuevo programa, haga clic en el botón “Si”.

10. Seguidamente aparecerá la pantalla de preparación de la instalación.


11. Ahora verá la pantalla de Instalación de Office y el mensaje de “Terminaremos en un momento”, espere a que este proceso termine (puede demorar algunos minutos).


12. A continuación podrá ver la ventana que indica que su Project 2016 ha sido instalado. De igual forma, a su cuenta de correo será enviado un mensaje con el asunto “Microsoft Project Professional 2016: Get Started!‏”, lo que indica que usted ha descargado exitosamente una versión de prueba de Microsoft Project 2016, que podrá utilizar durante 60 días.


13. Para comenzar, abra el menú Inicio de Windows y vaya a sus programas de Microsoft Office o busque en sus aplicaciones y ejecute Project 2016.

14. Le aparecerá una ventana de “Activar Office”. Para activar su versión de prueba tendrá dos opciones:
a) Podrá ingresar la dirección de correo asociada con la instalación de Project 2016, y registrarse en el inicio de sesión Hotmail.

b) O simplemente, deberá ingresar la clave de producto que se le generó en el paso No. 6 de esta Guía.
15. Felicitaciones, la instalación de Microsoft Project 2016 ha terminado y el aplicativo se encuentra listo para ser utilizado. Ya puede hacer clic la opción “Nuevo” | “Proyecto en blanco” para comenzar ¡Adelante!


24 mayo, 2017

Un acercamiento reflexivo al aprendizaje virtual (E-learning y B-learning)

A través de la historia los avances en ciencia y tecnología han sido fuente de mejoras en todos los ámbitos del bienestar humano, los procesos de innovación tecnológica y su impacto sobre la sociedad nunca fueron tan vertiginosos como en nuestros tiempos. El cambio de una tecnología a otra se realiza en cuestión de meses.

Es importante entonces, reconocer que la dinámica tecnológica en los ámbitos de formación es una actividad que, de manera planificada, ejercita para la solución de problemas cotidianos, seleccionados por tener relación directa con el entorno social, cultural, científico y tecnológico. Cumple con la función de correlacionar, integrar y hacer activos los conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores logrados en el desarrollo de diversas áreas, así como de la experiencia acumulada, por ello podemos decir que la calidad de la educación se mejora con la utilización de la Informática Educativa, las telecomunicaciones y la tecnología.

Las características funcionales de la mediación virtual en los procesos de aprendizaje (E-Learning), permiten superar las restricciones tradicionales de la educación, asociadas con las variables de tiempo y espacio. Una educación que haga un óptimo aprovechamiento de lo tecnológico, y apalanque su modelo pedagógico en nuevas interacciones docente-conocimiento-estudiante, podrá alcanzar mayores niveles de cobertura, pertinencia, e incluso de calidad.

En el E-learning (simplificación de Electronic learning) se asume que las dinámicas e interaciones inherentes al proceso de formación se desarrollan a distancia, con la mediación de tecnologías de información y comunicación (TIC), que brindan un ambiente de aprendizaje interactivo, atractivo y flexible. Es decir, un entorno que promueve la construcción de conocimiento mediante la convergencia de tecnologías y a los aspectos pedagógicos de la enseñanza y el aprendizaje.
La esencia del E-Learning consiste en utilizar la realidad en la clase, traerla de forma virtual, permitiendo al estudiante hacer sus propios descubrimientos. Se trata de realizar el aprendizaje mediante la práctica, construyendo escenarios virtuales complejos, y se basa en ejercicios dirigidos o programas informáticos. (Knowhow-Group, s.f).

De acuerdo con Barajas (2003), el aprendizaje virtual es un espacio donde se pone de manifiesto la organización, la comunicación, la cooperación y la interacción a través de diferentes configuraciones tecnológicas, basadas en diversas combinaciones de herramientas telemáticas y multimedia. (p.4).

Uno de los factores condicionantes de la calidad de los procesos de aprendizaje con mediación virtual lo constituyen las competencias del docente para desenvolverse a cabalidad en estos nuevos escenarios. El docente deberá trascender su rol de transmisor “en vivo” del conocimiento, de forma tal que se reconozca como una agente productor de contenidos que puedan ser utilizados y reutilizados en entornos tecnológicos de sistemas de gestión de la enseñanza, donde el estudiante pueda moverse de acuerdo con sus capacidades, ritmos, y sobre todo tiempos y espacios.

La institución de educación que utiliza las TIC como integradoras del currículo propone realizar actividades que partan del entorno real y que lleven a construir aprendizajes significativos formando ciudadanos preparados para afrontar nuevos retos, desenvolverse en diversos tipos de contextos y aprender a lo largo de la vida.

En este orden de ideas, resulta importante reconocer que os procesos pedagógicos asociados con la educación virtual son cada vez más complejos y sofisticados, su uso crítico, pertinente y eficiente, demanda de los docentes el desarrollo de nuevas competencias; un docente experto en el contexto de lo virtual deberá ser capaz de enriquecer su actividad formadora, aprovechando la diversidad de opciones que brindan estas mediaciones, y utilizando las TIC como integradoras de las áreas disciplinares de formación, y sobre todo como facilitadores de la estrategia de la institución educativa, de su modelo y de su currículo.

La educación es una alternativa para un mundo que genera una nueva visión del entorno, de las relaciones pedagógicas y de las tecnologías de la información y la comunicación. La Educación permeada transversalmente por la utilización de las TIC no es simplemente una singular manera de hacer llegar la formación a los educandos, sino que es toda una perspectiva pedagógica que hace referencia a una manera particular de abordar el fenómeno educativo.

El entorno para el cual habrá que diseñar y desarrollar el material didáctico y todos los recursos necesarios, en el contexto de la educación basada en las TIC en el que nos movemos, será un entorno virtual de aprendizaje, por lo que será necesario conocer sus capacidades potenciales y sus limitaciones, así, por ejemplo, habrá que conocer si se pueden desarrollar trabajos en grupo, si hay posibilidad de plantear debates, si se pueden realizar un determinado tipo de actividades y de prácticas, los tipos de interacción que pueden darse, etc… Hay que tener en cuenta, además, que generalmente se produce aprendizaje a partir de una combinación de múltiples factores como son: la motivación, la activación de los conocimientos previos, las actividades de aprendizaje, los materiales, las habilidades, los procesos, las actitudes, el entorno de interacción, la orientación, la reflexión y la evaluación, y que todo ello, juntamente con la estrategia docente, será decisivo para determinar el tipo de material didáctico o recurso de aprendizaje (Sangrà et al, 2004).

Finalmente, es importante que el docente contemporáneo contemple la posibilidad de enriquecer sus procesos de formación presenciales, aprovechando las ventajas del E-learning, e incorporándolo como complemento a su quehacer docente mediante lo que se conoce como B-learning.

El B-Learning (formación combinada, del inglés blended learning) consiste en un proceso docente semipresencial; esto significa que un curso dictado en este formato incluirá tanto clases presenciales como actividades de e-learning. Este modelo de formación hace uso de las ventajas de la formación 100% on-line y la formación presencial, combinándolas en un solo tipo de formación que agiliza la labor tanto del formador como del estudiante. El diseño instruccional del programa académico para el que se ha decidido adoptar una modalidad B-learning deberá incluir tanto actividades on-line como presenciales, pedagógicamente estructuradas, de modo que se facilite lograr el aprendizaje buscado. Las ventajas que se suelen atribuir a esta modalidad de aprendizaje son la unión de las dos modalidades que combina. (Ciberaula, 2017).

Bibliografía

Barajas, M. (2003). Entornos Virtuales de Aprendizajes. Universidad de Barcelona. Madrid.

Ciberaula. (2017). Blended learning y su implantación en la empresa. Recuperado de http://elearning.ciberaula.com/articulo/blearning/

Knowhow-Group. (s.f). Formación de formadores: Mejora de Destrezas. Recuperado de www.formaciondeformadores.com/cursomejoradestrezas.htm

Sangrá, A., Guárdia, L., Williams, P. y Schurm, L. (2004). Fundamentos del diseño técnico-pedagógico en e-learning. Barcelona: FUOC. Recuperado de http://aulavirtualkamn.wikispaces.com/file/view/2.+MODELOS+DE+DISE%C3%91O+INSTRUCCIONAL.pdf


Silvio, C. (2000). Las Nuevas Tecnologías. Revista 5to Nivel. Universidad Pedagógica Experimental Libertador.Barquisimeto.

18 mayo, 2017

La importancia de fomentar la comunicación en los ambientes virtuales de aprendizaje + Podcast

La intención del podcast adjunto es contextualizar al lector sobre la relevancia de las dinámicas comunicacionales entre los actores del proceso enseñaza-aprendizaje en ambientes virtuales; analizando los aspectos conceptuales y de contexto alrededor de los cuales las mediaciones tecnológicas pueden convertirse en un agente facilitador de la apropiación del conocimiento. Asimismo, se procura hacer especial énfasis en las características claves de los mensajes propios de una comunicación efectiva.
El aprendizaje se concibe como una forma de apropiación de la herencia cultural, algo que no se reduce a la mera asimilación individual de contenidos. El aprendizaje es un proceso mediado, en el que la interacción social es el motor fundamental. (Vygotsky, 1931).




Las connotaciones e implicaciones asociadas con el tema de la comunicación en ambientes virtuales de aprendizaje, varían de acuerdo con el paradigma y los referentes teóricos que se utilicen para abordar la comprensión y aprovechamiento de estas dinámicas.

De forma general, podemos asumir la comunicación en la virtualidad como: un proceso sincrónico o asincrónico de intercambio de información desde diversos soportes tecnológicos entre emisores y receptores que se encuentran determinados por un contexto cultural, social, pedagógico y tecnológico.  (Flórez & Flórez; 2013).

En la educación virtual adquieren una especial importancia los conceptos de sincrónico y asíncrónico, derivados de la terminología de redes computacionales. La comunicación asertiva y motivadora basada en medios y plataformas tecnológicas, debe combinar de forma estratégica –con  un enfoque situacional–, las bondades de cada uno de estos tipos de comunicación, procurando que el estudiante despierte sus capacidades, autonomía y compromiso para gestionar su propio proceso de aprendizaje.
  • Se dice que una comunicación es sincrónica, cuando estudiantes y profesores, interactúan al mismo tiempo, generándose una relación estímulo-respuesta de carácter inmediato; por ejemplo, el chat o la videoconferencia. De acuerdo con el Politécnico Grancolombiano (2015), este tipo de comunicación, incrementa la motivación y ayuda a llegar a un acuerdo en conceptos o significados.
  • Una comunicación es asincrónica, cuando se utilizan mecanismos tecnológicos que no demandan que las personas estén conectadas al mismo tiempo; por ejemplo, un foro, un wiki o el correo electrónico.
“El proceso de comunicación se define por la tecnología de la comunicación, las características de los emisores y los receptores de la información, sus códigos culturales de referencia, sus protocolos de comunicación y el alcance del proceso” (Castells, 2009, p. 87).

De acuerdo con este enfoque de Castells, es posible abordar el proceso comunicativo desde dos dimensiones:
  • Los elementos o  componentes que intervienen en el proceso comunicativo
  • Las dinámicas, es decir las formas en que estos elementos se relacionan.
De acuerdo con Flórez & Flórez (2013) la virtualidad hace emerger un modelo comunicacional diferente en el que los roles emisor-receptor se intercambian y reconfiguran a partir de nuevos esquemas multidireccionales, horizontales, y democráticos, en el que uno puede comunicarse con todos, todos con uno, uno con uno y todos con todos.

En este orden de ideas, los docentes y estudiantes de un ambiente virtual de aprendizaje deben ser conscientes de que la interacción multidireccional con los demás participantes y las transacciones comunicacionales que permiten el flujo de información, constituyen una fuente invaluable para la construcción del conocimiento, tanto individual como colectivo; de ahí la importancia de su participación activa en los debates, foros, discusiones y demás mecanismos de intercambio.

El máximo aprovechamiento de los canales virtuales y las dinámicas que sobre ellos surgen, exige la aplicación de lo que Baida (2011) denomina las siete claves que deben caracterizar un mensaje para garantizar una comunicación efectiva:
  1. Claro: Es importante que el mensaje que quieres comunicar sea claro para que tu audiencia lo entienda bien, y para eso tienes que tenerlo claro tú misma. Porque si tú no estás segura, ellos tampoco lo estarán. Así que antes de hablar o escribir decide qué es exactamente lo que quieres comunicar, cuantos menos puntos mejor.
  2. Conciso: Di lo que tengas que decir de la forma más sencilla y corta, no te vayas por las ramas. Elimina frases o palabras innecesarias, ¿para qué utilizar dos párrafos si lo puedes decir en tres frases? Procura, además, que sea fácil de entender. Especialmente si es algo importante, que la gente no tenga que descifrar lo que quieres o leer entre líneas.
  3. Concreto: Sé específico y da todos los detalles necesarios, ni más ni menos. Que les quede claro qué tienen que hacer, cuándo, cómo y con quién.
  4. Correcto: Procura adecuar tu estilo de comunicación a tu oyente, fíjate en los términos técnicos, comprueba la ortografía y ¡pronuncia bien los nombres!
  5. Coherente: Que lo que digas tenga su lógica, que todos los puntos que quieres transmitir estén conectados, se sigan de forma natural y sean relevantes para el mensaje.
  6. Educado: Ser asertiva no significa ser agresiva, es importante que te comuniques con educación y teniendo siempre en cuenta a la otra persona, especialmente en situaciones delicadas.
  7. Creativo: No es imprescindible, pero la creatividad es una forma de mantener a tu audiencia interesada y de que se queden con los puntos importantes.

Bibliografía

Baida, A. (2011). 7 Claves para una Comunicación Efectiva. Recuperado de http://coachdelaprofesional.com/7-claves-para-una-comunicacion-efectiva/

Flórez, M. y Flórez, M. (2013). Modelo de comunicación virtual para ambientes virtuales de aprendizaje. Mi Ratón: Revista de Comunicación y Cultura. No. 12. Universidad Tecnológica de Pereira. Recuperado de http://www.utp.edu.co/educacion/raton/documents/modelo.pdf

García, N. (2013). Análisis e Interpretación del Ejercicio Metacognitivo. Recuperado de http://noridagarcia.blogspot.com.co/2013/11/analisis-e-interpretacion-del-ejercicio.html

Politécnico Grancolombiano. (2015). Comunicación sincrónica y asincrónica en la Educación Virtual. Recuperado de http://polivirtual.co/comunicacion-sincronica-y-asincronica-en-la-educacion-virtual/ 

Vygotsky, L. S. (1989). El Desarrollo de los Procesos Psicológicos Superiores. Barcelona: Crítica. (Publicado originalmente en 1931).