jueves, 16 de febrero de 2017

Motivación, Acción y Gestión hacia la Sostenibilidad

Decía también a la multitud: cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: agua viene, y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur, decís: hará calor, y lo hace. ¡Hipócritas! sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra, ¿Y cómo no distinguís este tiempo? (Lucas 12:54-56)
La historia de la pecera
Divide una pecera en dos mediante una pared de vidrio transparente. Ahora compra una barracuda  y un salmón (las barracudas se comen a los salmones). Coloca a cada uno en un espacio diferente. En cuestión de segundos la barracuda intentará devorar el salmón y golpeará abruptamente contra el cristal. Entonces se dará la vuelta para intentarlo otra vez, a toda velocidad, y...

Pasadas unas semanas la barracuda se habrá hecho mucho daño en su cabeza, con el tiempo habrá identificado el dolor con los intentos de cazar al salmón, y habrá desistido de ellos. Ahora puedes quitar el tabique de vidrio, y ¿a que no adivinas? Se quedará toda la vida en su lado de la pecera. Si dependiera estrictamente de sus percepciones adquiridas, la barracuda moriría de hambre con el salmón nadando a unos centímetros, estableció unos límites basados en un sistema vivencial de causa-efecto y no se saldrá de ellos.

La activación motivacional hacia el equilibrio

Si examinamos semiológicamente el término medio ambiente observaremos una extraña redundancia: 

Medio
  • Conjunto de circunstancias culturales, económicas y sociales en que vive una persona o un grupo humano.
  • Conjunto de circunstancias o condiciones exteriores a un ser vivo que influyen en su desarrollo y en sus actividades.
  • En medio o la mitad de algo.
Ambiente: 
  • Condiciones o circunstancias físicas, sociales, económicas, etc., de un lugar, de una reunión, de una colectividad o de una época.
La única forma de dar sentido al término es si identificamos exactamente cuál es la otra mitad del ambiente. Para hallar la respuesta no hay que buscar muy lejos, la respuesta es YO, yo soy el otro medio.  Mi esencia humana es realmente la suma de mi YO y mi medio ambiente, ¿Qué pasará entonces si continúo mutilando mi otra mitad, sobreviviré?

Nuestros esquemas mentales han segmentado egoístamente nuestra percepción del medio ambiente, desde siempre los sistemas culturales de causa-efecto han definido las fronteras o limites de nuestro territorio, nuestra zona de comodidad, de la cual evitamos salir a toda costa. Tu proyecto de vida es un reflejo de tu sistema de causa-efecto, es necesario que examinemos cuáles de mis creencias me atrapan y restringen mis horizontes de acción, porque es necesario desecharlas inmediatamente. Debemos correr el riesgo de vivir, de vivir abandonando nuestra zona de comodidad y mirando al universo de frente, desafiando la adversidad y dispuesto a dar tu mejor esfuerzo conciente en procura de la conservación del presente y la búsqueda de un mejor mañana.

Los cambios se dan desde adentro, no somos como una piedra, sobre la que poco a poco se va esculpiendo desde la superficie. Es necesario contemplar que nadie puede motivar a otro o a una colectividad, se pueden crear situaciones desestabilizadoras, promover un clima motivacional, que active procesos, pero la verdadera motivación surge desde el interior.

Nadie puede convencer a otro de que cambie. Cada uno de nosotros custodia una puerta del cambio que sólo puede abrirse desde adentro. No podemos abrir la puerta de otro, ni con argumentos ni con apelaciones emocionales. (Ferguson, 2007).

En la esencia de cada ser humano hay un líder capaz de convertirse en agente de cambio, la dificultad radica en identificar el ámbito de su fortaleza y potenciarlo de tal forma que sea capaz de desbordar sus competencias de reinventarse, estimulando a los que lo rodean.

Independientemente de la condición de liderazgo, los seres humanos abrigan ilusiones que propenden por su trascendencia y que determinan en gran medida su comportamiento, de igual forma en una perspectiva multidimensional –pero alineadas en la mayoría de la situaciones con las ilusiones– se encuentran las motivaciones, compuestas en su esencia por: a) Una dirección hacia donde se orienta, b) La fuerza misma que impulsa la acción.  Tradicionalmente se ha relacionado las motivaciones con el impulso que induce la acción para satisfacer una necesidad o superar una situación problémica.
En las organizaciones, jugamos diariamente nuestro destino por la forma en que nos tratamos unos a otros. (Wheatley, 2006).
La necesidad a que nos enfrentamos y que demanda de los esfuerzos motivacionales, es reconocernos y actuar como ciudadanos de la comunidad global, actores del equilibrio universal. Se hace urgente interiorizar la idea de que los seres humanos no sólo están en la naturaleza, son parte integral de ella, y no es posible concebirlos como entes aislados de la misma, desconociendo el aspecto de complementariedad y reciprocidad. Las comunidades y la vida en general co-evolucionan, en la medida en que hagamos crecer nuestra individualidad, contribuimos a la colectividad.

Surge entonces el reto de organizarnos para mejorar nuestras condiciones de vida, alcanzar instancias superiores de desarrollo y dar sentido a la existencia, reconocer que existen dos clases de personas:
  1. Los que esperan que las cosas pasen
  2. Los que hacen que las cosas pasen
Del concurso activo de estas últimas urge la dinámica global en los tiempos corrientes; hombres y mujeres capaces de hacer que las cosas pasen y en quienes los grupos reconozcan capacidades visionarias, mediadoras para la consecución de objetivos colectivos. Seres dispuestos a trabajar en equipo, que acepten las diferencias como estrategia de crecimiento y engrandecimiento de la condición humana, que posean habilidades y competencias para aprender colectivamente, con capacidad para compartir equitativamente los beneficios, que confíen en quienes les rodean, y sobre todo capaces de asumir la vida con armonía entre los hombres y su contexto, agentes multiplicadores de los efectos sinérgicos de la colectividad motivada.

Personas que asuman el aprendizaje como un proceso constante de crecimiento, en el que el secreto radica en descubrir cómo aprender y sobre todo aprender en un contexto organizacional, diestros en el arte del re-aprendizaje que permita replantear paradigmas.

Es decir, individuos con actitud asertiva hacia la vida que:

  • Desarrollan competencias sociales. 
  • Saben fortalecer una dimensión espiritual en las organizaciones. 
  • Asumen una actitud negociadora con la vida. 
  • Enfrentan sus temores. 
  • Superan las dificultades con la creatividad. 
  • Comparten los beneficios. 
  • Viven en armonía con su entorno.
La asertividad implica defender los derechos y expresar pensamientos y creencias en forma honesta, directa y apropiada, sin violentar los derechos de los demás. La base de la aserción es la comunicación mutua, dar y recibir respeto. (Lange y Jakubowaki, s.f.)

La motivación hacia la sostenibilidad

Se debe trascender la percepción estrictamente biológica del medio, concibiéndolo como una relación de comunidades bióticas y elementos abióticos, sin contemplar la incidencia cultural, política y económica que aporta la acción humana en  sociedad.

Definitivamente no es factible continuar navegando al ritmo del modelo de crecimiento económico tradicional que ha procurado satisfacer sus necesidades comprometiendo la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer las suyas. El desarrollo sostenible surge por la necesidad de explotar los recursos naturales en una forma racional que garantice la calidad ambiental de nuestro ecosistema y por consiguiente la calidad de vida de las generaciones actual y venideras.

El desarrollo sostenible tiene tres componentes esenciales: el ambiente, la sociedad y la economía, de la interacción de ellos se deduce que la idea no es tener de forma irracional cada día más tecnologías, sino preservar y mejorar la calidad de la vida de los seres, minimizando los impactos ambientales negativos.

La UNESCO identifica cuatro dimensiones de la sostenibilidad: social, ecológica, económica y política.  Una sociedad sostenible será aquella en que:
  • La gente se preocupa por los demás
  • Se valore la justicia social y la paz.
  • Se proteja los sistemas naturales y se utilicen los recursos racionalmente.
  • Se  procure la satisfacción de las necesidades básicas para todos. 
  • Se tomen decisiones por medios justos y democráticos.
Los orígenes de la tendencia del desarrollo sostenible se remontan a 1987, la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo presidida por la Sra. Gro Harlem Brundtland presentó a la Asamblea General de las Naciones Unidas el informe denominado Nuestro futuro común, en el que se analizó la situación del mundo en ese momento y demostró que el camino que la sociedad global había tomado estaba destruyendo el ambiente por un lado y dejando a cada vez más gente en la pobreza y la vulnerabilidad.

En el ámbito empresarial, el Desarrollo Organizacional juega un papel protagónico en la medida en que instrumente un cambio organizacional e individual con una acentuada orientación hacia la preservación ambiental como estrategia productiva a futuro, caracterizada por:

  • La concepción de la actividad operacional bajo patrones de calidad ambiental y producción limpia.
  • La visión de medio ambiente debe ser compartida, enmarcada por el compromiso socio-natural.
  • Un enfoque proactivo que no solo se adapte, sino que aporte mejoras a las condiciones ambientales
Es tal el nivel de concientización de las organizaciones hacia la protección medio ambiental que en muchos de los casos en nuestro entorno empresas que en su actividad generan impactos ambientales significativos han tomado la decisión de iniciar su trasegar en los sistemas de gestión con la implementación del Sistema de Gestión Ambiental antes que los otros modelos. Las iniciativas en tal sentido se han centrado en aspectos tales como el control de:

a) La emisión de gases y partículas en suspensión
b) La generación de desechos sólidos
c) El vertimiento de líquidos.

Lastimosamente a esta altura de nuestra historia muchas de las actividades humanas han ocasionado impactos con consecuencias irreparables. Los esfuerzos gremiales deben enfocarse hacia la creación y conservación de una cultura, que permee las suposiciones, creencias, valores y normas que comparten los miembros de las organizaciones, de tal forma que se masifique la cultura ambiental en la que estemos absolutamente convencidos de que sin mi otro medio, no es viable la vida. El desarrollo a futuro sólo es factible si fortalecemos la responsabilidad individual y la conciencia colectiva de preservación del entorno.

La convocatoria a los jóvenes es enfocar su fe, su fortaleza, sus energías, sus ímpetus y sobre todo sus motivaciones hacia la vida, que la vida misma sea su mejor motivo para vivir.
En esta época de la historia humana en la que el heroísmo es extremadamente necesario. Es héroe toda persona que asume conscientemente la responsabilidad de liderar su propia vida, donde quiera que actúe y cualquiera que sea la extensión de su influencia en el mundo (Pearson, 1995). 
Bibliografía
  
Cornejo, M. (2000). El Ser Excelente. México: Editorial Grijalbo.
Icarito. (2007). Desarrollo Sustentable. Recuperado de http://icarito.latercera.cl/especiales/medio-ambiente/index.htm
Ferguson, M.  (2007). Coaching en el deporte. Recuperado de  www.escueladepnl.com.ar/articulos/coachingeldeportedelcambio.htm
Pearson, C. (1995) El héroe interior. México: S.A. Mirach.
Drucker, P. (1998).  Gerencia para el futuroBogotá: Editorial Norma.

Wheatley, M. (2006). Leadership and the new science (3th. Ed.). USA: Berrett-Koehler Publishers, Inc.