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04 julio, 2025

La vision 360° de la Calidad en la Guía del PMBOK® Séptima Edición

La séptima edición de la Guía del PMBOK® marca un giro decisivo: deja atrás la arquitectura basada en 49 procesos y se organiza en torno a principios y dominios de desempeño. En este nuevo mapa, la calidad deja de ser un área de conocimiento aislada para convertirse en un hilo conductor que atraviesa decisiones, flujos de trabajo y cultura de proyecto. Este post aborda la forma cómo la calidad se conceptualiza y se gestiona en la guía, con especial énfasis en el Dominio de Desempeño de la Entrega y en la definición de calidad como “grado en que un conjunto de características inherentes satisface los requisitos”.

Una de las transformaciones más notables de la séptima edición fue abandonar la estructura rígida basada en procesos y entradas‑herramientas‑salidas para articular la dirección de proyectos alrededor de doce (12) principios y ocho (8) dominios de desempeño. En este nuevo marco, la calidad deja de habitar una “área de conocimiento” aislada y se integra como un hilo transversal que condiciona decisiones estratégicas, tácticas y operativas. El principio “Incorporar la calidad en los procesos y los entregables” recalca que el proyecto se diseña para prevenir defectos, no sólo para detectarlos al final (Figura 1). Así, la calidad adopta un enfoque holístico que abarca cultura, flujos de trabajo, métricas, talento y, sobre todo, valor percibido por los interesados.

Figura 1. Incorporar la Calidad en los Procesos y los Entregables

Fuente: PMI, 2021

1. Definir calidad: de la Norma ISO al ADN del proyecto

La guía conserva la definición proveniente de la norma ISO 9000: “grado en el que un conjunto de características inherentes satisface los requisitos”. El enfoque resulta fundamental, la calidad no es perfección sino ajuste entre lo que el entregable es y lo que los interesados necesitan, declaran o suponen implícitamente. Para operacionalizar ese grado, la Guía del PMBOK describe ocho dimensiones complementarias, que sirven de lente múltiple para examinar productos y servicios: 

  1. Desempeño. ¿Funciona el entregable como lo previeron el equipo del proyecto y otros interesados?
  2. Conformidad. ¿El entregable es apto para su uso y cumple con las especificaciones?
  3. Confiabilidad. ¿El entregable produce métricas consistentes cada vez que se realiza o produce?
  4. Resiliencia. ¿Es el entregable capaz de hacer frente a fallas imprevistas y recuperarse rápidamente?
  5. Satisfacción. ¿El entregable obtiene retroalimentación positiva de los usuarios finales? ¿Esto incluye usabilidad y experiencia del usuario?
  6. Uniformidad. ¿El entregable exhibe paridad con otros entregables producidos de la misma manera?
  7. Eficiencia. ¿El entregable produce la mayor salida con la menor cantidad de entradas y esfuerzo?
  8. Sostenibilidad. ¿El entregable produce un impacto positivo en los parámetros económicos, sociales y ambientales? (PMI, 2021).

Cada dimensión combina aspectos cuantitativos y cualitativos, por ejemplo, confiabilidad se valida con ciclos de prueba estadística, mientras que satisfacción se captura con encuestas de usuario y diseño de experiencia. De este modo, la definición se expande de la especificación técnica a la percepción de valor.

2. El Dominio de Desempeño de la Entrega y su perspectiva de calidad

El Dominio de Desempeño de la Entrega (Delivery Performance Domain) es la concreción de esa visión. Allí se recuerda que el alcance describe qué se entregará, pero la calidad determina cuán bien debe funcionar el entregable. El dominio propone tres artefactos clave:

  • Requisitos: condiciones necesarias para satisfacer la necesidad de negocio.
  • EDT/WBS: descomposición que facilita gestionar el qué y el cuándo.
  • Definición de Terminado (DoD): lista de verificación que valida que cada paquete de trabajo es apto para uso.
Figura 2. Ejemplo de Estructura de Descomposición del Trabajo (EDT) 
Ejemplo EDT

La calidad se integra cuando los criterios de aceptación se redactan simultáneamente con la EDT y el DoD, creando una tríada que alinea expectativas y reduce retrabajo. En metodologías  ágiles, esta tríada se manifiesta como historias de usuario con criterios de aceptación y Definition of Done; en cascada, como especificaciones detalladas enlazadas a pruebas de verificación y validación.

La calidad solo cobra sentido cuando está íntimamente vinculada con la gestión del alcance: cada requisito aceptado alimenta tanto la definición de los entregables como los umbrales de desempeño que los harán “aceptables”. Según la guía, el alcance evoluciona a medida que se descubren requisitos; por consiguiente, los criterios de aceptación, las medidas de desempeño técnico y la Definición de Terminado deben revisarse conjuntamente, garantizando que la "suma de productos, servicios y resultados" prometida sea, además, adecuada en grado de calidad. 

Dicho de otro modo, un paquete de trabajo no se considera completo porque exista, sino porque cumple la lista de verificación de acabado, satisface las especificaciones del diccionario de la EDT y supera los criterios de aceptación acordados con el cliente. Esta sincronización evita la trampa de entregar “a tiempo y dentro del presupuesto” algo que, sin embargo, carezca de valor; alinea la expectativa de ‘qué’ con el estándar de ‘cuán bien’, preservando tanto la satisfacción de los interesados como la integridad del triángulo de hierro.

De forma práctica, integrar calidad y alcance significa que cada vez que el equipo ajusta el alcance, ya sea por requisitos descubiertos o cambios de prioridad, debe actualizar de inmediato los indicadores de calidad asociados. Así, cada nuevo paquete de trabajo incluye criterios de aceptación explícitos en la declaración de alcance, se refleja en el diccionario de la EDT con sus medidas de desempeño técnico, y se incorpora a la Definición de Terminado la secuencia de pruebas, inspecciones o certificaciones necesarias. Esta ‘doble entrada’ entre alcance y calidad evita que crezcan los entregables sin la garantía equivalente de desempeño y asegura que la línea base de alcance solo se considere cumplida cuando los estándares de calidad quedan también verificablemente satisfechos.

3. La calidad como vector estratégico en la generación de valor

La Guía del PMBOK enfatiza que entregar valor puede suceder antes, durante o después del proyecto, según la cadencia de liberación elegida. Un mínimo producto viable que llega temprano al mercado ofrece retroalimentación real que retroalimenta requisitos y dimensiona la calidad percibida. Aquí la gestión de calidad se interseca con la gestión de beneficios: si los interesados valoran la sostenibilidad, la métrica de eficiencia energética se vuelve prioritaria; si valoran la resiliencia, los planes de prueba ante fallos se incluyen en la línea base de calidad. El director de proyecto debe, por tanto, orquestar un equilibrio dinámico: evitar ‘sobrecarga de oro’ pero asegurar que el producto sea adecuado para su propósito.

El Dominio de Entrega se nutre de la Planificación, que establece métricas y tolerancias; del Enfoque de Desarrollo y Ciclo de Vida, que define iteraciones o fases; y del Trabajo del Proyecto, que provee la infraestructura física y contractual para controlar variabilidad y adquisiciones. A su vez, la calidad modula el Dominio de Incertidumbre: productos de alta criticidad requieren márgenes de seguridad más amplios y pruebas más exhaustivas. Finalmente, la guía alerta sobre la ‘corrupción del alcance’: agregar funcionalidades sin recalibrar cronograma o costos erosiona la calidad, pues cada línea adicional implica nuevos vectores de fallo.

La calidad no se delega, se vive y se gestiona. Para el director de proyecto esto implica fomentar la mentalidad de ‘cero sorpresas’, empoderar equipos multifuncionales para detener la línea si detectan riesgos, recompensar hallazgos tempranos y modelar con el ejemplo. El resultado es un bucle de mejora continua: cada incidente se convierte en lección aprendida que ajusta políticas, plantillas y métricas. Con el tiempo, la organización reduce tiempos de ciclo y aumenta la moral.

4. El Costo de la Calidad (COQ): invertir hoy para no sufrir mañana

La metodología Costo de la Calidad divide los gastos en prevención, evaluación, fallas internas y fallas externas. Prevención incluye capacitación, diseño robusto, automatización de pruebas; evaluación, las inspecciones y auditorías; fallas internas, el retrabajo antes de la entrega; y fallas externas, las garantías, devoluciones y el impacto reputacional. El arte gerencial consiste en desplazar recursos hacia las dos primeras categorías —las únicas que construyen valor— y minimizar las segundas, que destruyen márgenes. Un indicador temprano de madurez es la proporción Prevención + Evaluación frente a Fallas: cuanto más se incline hacia la izquierda, más sostenible será el proyecto.

Figura 3. Curva de Costo del Cambio de BoehmCurva de costo del cambio de Boehm

Fuente: PMI, 2021

La curva del costo del cambio demuestra que un defecto descubierto durante la fase de operaciones—por ejemplo, una falla en una línea de producción o un error de dosificación en un lote farmacéutico—puede costar cientos de veces más que si se hubiera detectado en la etapa de diseño o prototipo. La Guía del PMBOK (7a. Ed.) advierte que confiar en inspecciones finales como única barrera conduce a sobrecostos y riesgos reputacionales. Controles preventivos como revisiones de diseño multidisciplinarias, pruebas piloto a pequeña escala y auditorías de proceso en tiempo real actúan como vacunas económicas. En proyectos de construcción, esto se traduce en modelos BIM (Building Information Modeling) con detección temprana de interferencias; en manufactura, en muestreos estadísticos durante la producción.

5. Herramientas y técnicas: de la teoría al tablero Kanban

Entre las herramientas y técnicas recomendadas para este despliegue integral de la calidad, se pueden encontrar: 

  • Matrices de criterios de aceptación enlazadas a la EDT o al backlog.
  • Calidad por diseño (QbD) con sesiones de co‑creación.
  • Auditorías ágiles al cierre de cada iteración.
  • Pruebas automatizadas.
  • Análisis causa‑raíz sistemático.
  • Dashboards de calidad basados en tiempos de entrega (lead time).
  • Indicadores de densidad de defectos y métricas de sostenibilidad.
  • Políticas de control de cambios que evalúan beneficio vs. impacto.
  • Herramientas de seguimiento a los Costos de Calidad que documenten inversiones y ahorros.
  • Tablero Kanban con límites de Trabajo en Progreso (WIP).

Implementar este arsenal requiere madurez digital y disciplina humana: el director orquesta la priorización, fusiona prácticas en el plan de gestión y en el caso de proyectos ágiles, asegurar que cada hallazgo vuelva al backlog de mejoras.

Conclusiones

La séptima edición no ofrece una receta paso a paso; propone una filosofía de valor. Al entender la calidad como ‘grado de satisfacción de requisitos’, y al reconocer que los requisitos evolucionan, los equipos pivotan de una mentalidad de cumplimiento estático a un enfoque de valor dinámico. El Dominio de Desempeño de la Entrega se instala como epicentro, donde la pregunta ya no es sólo ‘¿qué vamos a entregar?’, sino ‘¿qué tan bien lo lograremos y cómo lo sabremos?’. Gestionar la calidad de forma integrada maximiza la inversión preventiva, minimiza fallas externas y construye reputación. 

Si tu organización todavía asume la calidad como una fase tardía en la dirección de proyectos, la Séptima Edición invita a un cambio de paradigma que convierte la calidad en pilar de diferenciación estratégica.

Referencias

  • Project Management Institute. (2021). Guía de los fundamentos para la dirección de proyectos (7ª ed). Pennsylvania: PMI Publications.
  • Redondo, A. (2016). Áreas de Conocimiento de la Dirección (Gestión) de Proyectos.  http://alredsa.blogspot.com.co/2016/02/areas-de-conocimiento-de-la-direccion.html

15 junio, 2025

Adaptar para liderar: El enfoque de la adaptación en la Guía del PMBOK® Séptima Edición

La dirección de proyectos ya no puede entenderse como la aplicación rígida de procesos estandarizados. La creciente complejidad de los entornos organizacionales, los avances tecnológicos, la diversidad de culturas y formas de trabajo, y la necesidad de generar valor en ciclos cada vez más cortos exigen una nueva mentalidad. Bajo este contexto, la séptima edición de la Guía del PMBOK® (7a. Ed.) introduce un concepto transformador: la adaptación como principio rector de la gestión moderna.


¿Qué significa “adaptar” en dirección de proyectos?

Según la Guía del PMBOK®, adaptar es ajustar deliberadamente el enfoque, la gobernanza y los procesos del proyecto para que sean adecuados al contexto específico en que se ejecuta. Esta no es una tarea mecánica, sino un ejercicio de pensamiento estratégico y liderazgo contextual, que toma en cuenta, entre otros, factores tales como:

  • El enfoque de desarrollo (predictivo, ágil, híbrido).
  • Las características del producto o servicio.
  • El entorno organizacional.
  • La cultura del equipo.
  • El grado de riesgo.

La Guía deja en claro que la adaptación no es opcional, sino esencial: “No existe un enfoque único que pueda ser aplicado a todos los proyectos todo el tiempo.”


¿Por qué es fundamental adaptar?

Adaptar nos permite responder de forma adecuada a las realidades únicas de cada proyecto, sin caer en el error de seguir modelos preestablecidos de forma acrítica. Las razones para adaptar incluyen:

  • Optimización del valor entregado: permite concentrarse en lo que realmente importa.
  • Reducción de costos innecesarios: evita aplicar procesos que no generan valor.
  • Mayor compromiso del equipo: al participar en la construcción del enfoque, los equipos se sienten parte activa del éxito.
  • Enfoque centrado en el cliente: adaptar es también escuchar y responder mejor a las expectativas de los interesados.
  • Eficiencia organizacional: se alinean los proyectos con la cultura, madurez y estructuras existentes.

En otras palabras, adaptar es la vía para hacer que la gestión de proyectos deje de ser una camisa de fuerza y se convierta en una herramienta estratégica flexible y poderosa.


¿Qué puede ser adaptado?

La Guía del PMBOK® Séptima Edición identifica varias áreas que se pueden (y deben) adaptar. A continuación, se resumen las más relevantes:

 1. Ciclo de vida y enfoque de desarrollo

Seleccionar si el proyecto usará un ciclo predictivo, incremental, iterativo, ágil o híbrido es una decisión de adaptación crítica. Un ejemplo: un proyecto de construcción puede requerir un enfoque predictivo para la obra física, pero uno iterativo para la instalación de sistemas tecnológicos.

2. Procesos

Los procesos pueden ser agregados (cuando se requiere más rigor), modificados (para ajustarse a una necesidad particular), eliminados (si no agregan valor), combinados (para mejorar eficiencia), o alineados (cuando se busca coherencia entre diferentes disciplinas).

3. Involucramiento

Esto incluye decisiones sobre quién participa, cómo se empodera al equipo y cómo se integran personas internas o externas. Adaptar el involucramiento permite, por ejemplo, decidir cuánta autonomía se delega a equipos remotos o interdisciplinarios. 

4. Herramientas

La selección de software, plataformas y equipamiento también es parte de la adaptación. A menudo, los equipos conocen mejor qué herramientas usar, aunque deben equilibrar necesidades técnicas con restricciones organizativas.

5. Métodos y artefactos

Desde los formatos de actas hasta los tableros kanban o las plantillas de validación, todos los medios de trabajo pueden ser adaptados para alinearse con el entorno del proyecto y la cultura de la organización.


El proceso de adaptación: cuatro pasos clave

Como se señala en la Sección 2.5 de El Estándar para la Dirección de Proyectos, los proyectos existen en entornos que pueden influenciarlos. Es necesario analizar y comprender el entorno del proyecto antes de la adaptación. La adaptación suele comenzar con la selección de un enfoque de desarrollo y ejecución, adaptándolo a la organización, adaptándolo al proyecto y luego aplicando su mejora continua. Estos pasos del proceso se muestran en Figura 1. (PMI, 2021).

 

Figura 1. Detalles de los Pasos en el Proceso de Adaptación

Fuente: (PMI, 2021)

Se propone un enfoque estructurado para la adaptación, que incluye las siguientes fases:

1. Seleccionar el enfoque de desarrollo inicial

Se analiza si el proyecto necesita un enfoque predictivo, adaptativo o híbrido. Aquí se pueden usar herramientas como filtros de idoneidad, que cruzan cultura, equipo y naturaleza del producto.

2. Adaptar para la organización

Las decisiones deben alinearse con la gobernanza organizacional, las políticas de calidad, las metodologías corporativas y las capacidades de la PMO (Oficina de Proyectos) o la VDO (Oficina de Entrega de Valor). Adaptar sin romper la coherencia estratégica es vital. (Figura 2).

Figura 2. Evaluación de los Factores de la Organización y del Proyecto al Adaptar

Fuente: (PMI, 2021)
 

3. Adaptar para el proyecto

Aquí se analizan tres dimensiones principales:

  • Producto: complejidad, estabilidad de requisitos, criticidad, nivel de innovación.
  • Equipo: tamaño, distribución geográfica, experiencia, acceso al cliente.
  • Cultura: grado de empoderamiento, aceptación del enfoque, nivel de confianza organizacional.

4. Implementar la mejora continua

Adaptar no es algo que se hace una vez y se olvida. La mejora continua es el corazón de la adaptación efectiva. A través de retrospectivas, revisiones de fase y análisis de resultados, el enfoque de gestión se debe ir refinando a lo largo del ciclo de vida.


Adaptación por dominios de desempeño

La séptima edición abandona los grupos de procesos clásicos y organiza la dirección de proyectos en dominios de desempeño. Cada dominio también puede (y debe) ser adaptado. Algunos ejemplos:

  • Interesados: ¿Cómo ajustar las estrategias de comunicación si hay múltiples idiomas, zonas horarias o culturas?
  • Equipo del proyecto: ¿Es un equipo remoto o co-ubicado? ¿Hay diversidad funcional o cultural?
  • Entrega: ¿Se pueden liberar entregables por iteraciones? ¿Se requiere cumplimiento de normas de calidad específicas?
  • Enfoque de desarrollo y ciclo de vida: Seleccionar un enfoque adaptativo o estructurado según el nivel de incertidumbre, normativas y posibilidad de entregas iterativas.
  • Planificación: Adaptar la planificación al riesgo, contexto cultural y criterios de éxito definidos mediante métricas alineadas al valor esperado.
  • Trabajo del proyecto: Organizar el trabajo considerando la diversidad y localización del equipo, fomentando coordinación efectiva y ejecución flexible.
  • Incertidumbre: ¿Qué tan alto es el riesgo? ¿Se necesita una gestión detallada o basta con un enfoque liviano?
  • Métricas: ¿Cómo se medirá el éxito? ¿Qué indicadores reflejan realmente el valor generado?


Reflexión final: Adaptar es liderar con intención

Adaptar no significa improvisar. Significa diseñar intencionadamente una arquitectura de gestión que tenga sentido para el proyecto, para el equipo y para la organización. Los líderes de proyectos del siglo XXI ya no se definen por seguir un manual, sino por su capacidad de interpretar el contexto, evaluar opciones, tomar decisiones acertadas y fomentar entornos colaborativos y resilientes.


Referencias

  • Project Management Institute. (2021). Guía de los fundamentos para la dirección de proyectos (7ª ed). Pennsylvania: PMI Publications.
  • Redondo, A. (2016). Áreas de Conocimiento de la Dirección (Gestión) de Proyectos.  http://alredsa.blogspot.com.co/2016/02/areas-de-conocimiento-de-la-direccion.html

11 enero, 2023

Los cambios de la Guía del PMBOK 7a. edición

Cada vez que se anuncia una nueva edición se genera una gran expectativa entre los profesionales vinculados a la disciplina de la gerencia de proyectos. El primero de julio de 2021 fue el lanzamiento de la séptima versión de la Guía del PMBOK del Project Management Institute (PMI), y esto implicó un cambio significativo en la forma en que se solía abordar el libro del cuerpo de conocimientos para la dirección de proyectos, derivando en un mayor énfasis hacia su orientación, un abordaje metodológico enfocado hacia dominios, y en una visión estratégica de alto nivel, que permita establecer unos valores y principios enfocados en la entrega de valor.

La Guía del PMBOK® (7a. Ed.) declara que el objetivo final de un proyecto es generar beneficios para el negocio, y entregar valor, lo que replantea el enfoque tradicional que se centraba en proveer el proyecto cumpliendo con el alcance, el cronograma, el presupuesto, la calidad y otras condiciones de gestión requeridas. Lo que supone que no basta con producir buenos entregables (outputs), sino que también es importante la orientación hacia la generación de buenos resultados (outcomes).

Uno de los aspectos que llama la atención, inicialmente, es la reducción de la extensión de la Guía, que pasó de 700 páginas aproximadamente en ediciones anteriores a unas 270 de esta edición, incluyendo los apéndices. Esto puede ser explicado en razón a que la información detallada sobre las entradas, herramientas y salidas para cada uno de los 49 procesos de dirección ha sido eliminada de la Guía del PMBOK. Esta reducción fue posible gracias a la propuesta de trabajar con base en el apoyo en un repositorio digital online (PMIstandards+), donde se pueden encontrar muchos aspectos que no aparecen detallados, pero que sí son referenciados.

Independiente del enfoque de la Guía del PMBOK®, una de las innovaciones más importantes es la inclusión de PMIstandards+ como parte integral y complementaria, con el fin de enlazar las secciones de la Guía del PMBOK® mediante modelos, métodos y artefactos, expandiéndola con contenidos adicionales. Incorpora elementos de todos los estándares del PMI®, así como componentes específicamente diseñados para la plataforma digital. Los principios que reflejan el “Know How…” en prácticas reales que incluyen nuevas prácticas emergentes. (Galarraga, 2021).

Lo que pareciera una reducción en el cuerpo del conocimiento para la dirección de proyectos, abre un nuevo escenario para la Guía del PMBOK® como un complemento a otros estándares, metodologías y herramientas. Por ejemplo, se puede desplegar el enfoque de la séptima edición con las buenas prácticas propuestas para proyectos predictivos de la sexta edición o con metodologías ágiles como Scrum o marcos de trabajo como Prince2 o PM2.

Los principales cambios en la edición liberada en 2021, pueden observarse en detalle en la infografía elaborada por el PMI, que a continuación se presenta:


Es importante tener en cuenta que cuando se adquiere la más reciente versión de la Guía del PMBOK®, ya sea en formato impreso o digital, se recibe un solo volumen, sin embargo, se trata de dos libros diferentes:

  1. El Estándar ANSI/PMI para la Gestión de Proyectos.
  2. La Guía del Cuerpo de Conocimientos (Fundamentos) para la Gestión de Proyectos.

 

El Estándar ANSI/PMI para la Gestión de Proyectos

Un estándar es un documento establecido por consenso y aprobado por un organismo reconocido, en este caso el Estándar para la Gestión de Proyectos es el documento que lleva la designación ANSI/PMI 99-001-2021 otorgada en conjunto por el Instituto Nacional de Estandarización de Los Estados Unidos de América ANSI (American National Standards Institute) y el PMI®.

El Estándar consta de 3 secciones:

1.  Introducción:

Presenta el propósito, conceptos clave y las referencias a los profesionales de la dirección de proyectos.

Explica el objetivo del Estándar y señala que este proporciona una base para comprender la Gestión de Proyectos y cómo ésta posibilita los resultados esperados por las empresas.

El Estándar se aplica independientemente de la industria, ubicación, tamaño, tipo de proyecto o enfoque de entrega de los mismos. Los enfoques de entrega de los proyectos pueden ser predictivos, híbridos o adaptativos.

Por otra parte, el fin del Estándar es describir el sistema dentro del cual operan los proyectos y esto incluye la gobernabilidad, las funciones, el ambiente donde se desarrolla el proyecto y las consideraciones sobre la relación entre la Gestión de Proyectos y la Gestión de Productos. También muestra los términos claves y conceptos, así como la audiencia a quién va dirigido el Estándar, es decir, todos aquellos interesados o stakeholders que participan en los proyectos.

2.  Sistema de Entrega de Valor:

Determina lo que implica la creación de valor, la gobernanza organizacional y el entorno requerido para lograr un verdadero sistema de entrega de valor enfocado al proyecto y la gestión de resultados.

Describe cómo los proyectos se ejecutan dentro de un sistema que produce o crea valor para la organización y los stakeholders.

También muestra los componentes de entrega de valor y cómo es el flujo de información. Esta sección habla sobre cómo el sistema de gobernabilidad organizacional soporta a su vez al sistema de la entrega de valor.


Asimismo, considera el entorno del proyecto, tanto el interno como el externo, y cómo influyen sobre el proyecto y en la entrega de valor.

Finalmente, incluye consideraciones sobre la gestión de productos, la cual identifica las formas como se relacionan los portafolios, programas, proyectos y productos.


 

3. Principios de la Gestión de Proyectos:

En conjunto con las buenas prácticas y alineados a los valores del Código de Ética y Conducta Profesional que establece el PMI para los profesionales de la Gestión de Proyectos (responsabilidad, respeto, justicia y honestidad), se presentan 12 principios fundamentales para la gestión de proyectos:

  1. Administración: Ser diligente y respetuoso.
  2. Equipo: Crear un entorno o ambiente de equipo de proyecto colaborativo.
  3. Interesados: Comprometer eficazmente a las partes interesadas o stakeholders.
  4. Valor: Centrarse en el valor, es decir, foco en el valor y esto debe contemplar las necesidades del negocio, la justificación del proyecto y la estrategia empresarial que se incluyen en el caso de negocio.
  5. Pensamiento holístico: Reconocer, evaluar y responder a las interacciones del sistema.
  6. Liderazgo: Demostrar comportamientos de liderazgo.
  7. Personalización: Adaptar según el contexto.
  8. Calidad: Incorporar la calidad en procesos y entregables.
  9. Complejidad: Navegar por la complejidad, es decir, saber gestionar la complejidad.
  10. Riesgo: Optimizar las respuestas de los riesgos.
  11. Adaptabilidad y resiliencia: Adoptar la adaptabilidad y la resiliencia.
  12.  Cambio: Manejar el cambio para lograr el estado futuro previsto o deseado.


La Guía del Cuerpo de Conocimientos (Fundamentos) para la Gestión de Proyectos

Una guía es un documento generado para lograr el cumplimiento de un estándar y que se basa generalmente en metodologías, prácticas y modelos de desarrollo que conforman un marco de trabajo/ referencia, la Guía del PMBOK® (7ª. Ed.) proporciona un marco de referencia (framework) para cumplir con el ANSI/PMI 99-001-2021.

La Guía consta de 4 secciones:

1. Introducción:

Explica la estructura de la Guía del PMBOK®, cómo se relaciona y la forma en que se debe trabajar en conjunto con el Estándar, los cambios y la inclusión y uso del PMIstandards+.

2. Dominios de Desempeño de Proyectos:

Comprende grupos de actividades relacionadas que son fundamentales para la entrega efectiva de resultados del proyecto:

  1. Interesados.
  2. Equipo.
  3. Enfoque de desarrollo y ciclo de vida.
  4. Planificación.
  5. Trabajo del proyecto.
  6. Entrega.
  7. Métricas.
  8. Incertidumbre.

3. Personalización / Adaptación (Tayloring):

Da la posibilidad a los profesionales para que definan su forma de trabajar desde el enfoque que van a utilizar, la gobernanza del proyecto y los procesos más adecuados para obtener los resultados propuestos. Adicionalmente, proporciona la libertad para usar una solución disponible y, si no es suficiente, da la opción de generar una propia metodología para lograr el resultado del proyecto en el marco del cumplimiento del estándar.

Presenta una descripción general de qué es adaptar y cómo se debe realizar la adaptación o personalización en proyectos individuales.

Se refiere a qué enfoque de desarrollo de proyectos se va a utilizar y cómo se:

  • Manejará la gobernabilidad.
  • Llevarán a cabo los procesos.
  • Utilizarán las herramientas técnicas y artefactos en el proyecto.

La Guía del PMBOK (7ª. Ed.) plantea seleccionar el enfoque de desarrollo, es decir, si el proyecto se va a desarrollar bajo una perspectiva predictiva, híbrida o adaptativa. Una vez se ha seleccionado, el enfoque se debe adaptar a la organización y luego al proyecto. Teniendo siempre en cuenta la mejora continua.



 4. Modelos Métodos y Artefactos:

Brindan al equipo de proyecto opciones para afrontar los desafíos relacionados con su direccionamiento, definiendo los modelos (Estrategia de pensamiento para explicar un proceso o “framework”), métodos (medio para lograr efectos, resultados, entregables) y artefactos (entregables, plantillas, salidas o documentos de proyecto) recomendados y más comúnmente usados para dirigir los proyectos.

Esta sección muestra el rango de opciones que el equipo del proyecto puede utilizar para producir o generar los entregables, organizar el trabajo, facilitar las comunicaciones y la colaboración. Los Modelos, Métodos y Artefactos se pueden emplear en los Dominios, de hecho, la Guía del PMBOK (7ª. Ed.) muestra el cruce entre los mismos en esta sección.

Es importante acotar que muchos de estos Modelos, Métodos y Artefactos se mencionaban en versiones anteriores de la Guía del PMBOK dentro de los procesos de dirección.


Apéndices y Glosario

Además de los apéndices ya conocidos en las versiones previas, de reconocimiento a los colaboradores en la elaboración y revisión del Estándar y la Guía; investigación y desarrollo para la Guía y el Estándar. La Guía del PMBOK (7ª. Ed.) incluye tres apéndices de referencia obligatoria: patrocinador, PMO y producto.

El glosario contiene inclusiones y exclusiones, siglas de uso común y definiciones fundamentales para entender la guía, el estándar y homologar el entendimiento del lenguaje entre los profesionales de la dirección de proyectos.

Referencias


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