Mostrando entradas con la etiqueta Empresas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Empresas. Mostrar todas las entradas

06 septiembre, 2017

Un enfoque estratégico del binomio Responsabilidad Social y Sostenibilidad

Resumen

En los albores del siglo XXI, el vínculo Responsabilidad Social y Sostenibilidad se ha constituido en un factor generador de ventajas competitivas y posicionamiento organizacional, que debe ser visible en la formulación de los objetivos empresariales y ser evidente en la ejecución de proyectos. Un enfoque estratégico deberá permitir el desarrollo de las actividades organizacionales en el marco de la preservación del futuro, trascendiendo el simple enfoque ambientalista para adquirir un compromiso con las transformaciones positivas de la realidad, las comunidades, el capital humano, y la inclusión, procurando un equilibrio con la destinación de recursos económicos que también preserven el futuro de la misma organización y maximicen la rentabilidad.

Un enfoque estratégico del binomio responsabilidad social y sostenibilidad

El Informe “Nuestro futuro común” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) (1987), también llamado "Informe Bruntland", definió el Desarrollo Sostenible como "El modelo de desarrollo que, cubriendo las necesidades del presente preserva la posibilidad de que las generaciones futuras satisfagan las suyas".

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (ONU, 1992) o Cumbre de la Tierra celebrada en junio de 1992 en Río de Janeiro, se estableció la Agenda 21, un programa en que se especifican las acciones que deben ser implementadas en el orden global, por parte de los organismos de la ONU, los gobiernos y por particulares en las áreas en que se generen impactos sobre el medio ambiente.

El enfoque tradicional del Desarrollo Sostenible apunta a la convergencia de crecimiento económico constante en el tiempo y la preservación ambiental, minimizando los impactos negativos sobre el entorno. Mientras que un enfoque más moderno integra desarrollo económico, sostenibilidad ambiental y participación comunitaria, articulando los principios identificados en el Informe sobre Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidad para el Desarrollo (1996): Equidad, Oportunidades de empleo, Acceso a bienes de producción, Gasto social, Igualdad de género, Buen gobierno y Una sociedad civil activa.

Se entiende por Responsabilidad Social a la integración de competencias organizacionales que le permiten a una institución responder de forma proactiva con respecto a los impactos que inciden sobre los grupos de interés con los cuales se relaciona. En este sentido, la Responsabilidad Social orienta los esfuerzos organizacionales trascendiendo el enfoque tradicional de indicadores de resultados basados en procesos internos, aprendizajes-desarrollo, clientes y finanzas, para alcanzar una nueva dimensión clave relacionada con la calidad de su entorno. En esta nueva dimensión se contempla una visión integral de los involucrados en contexto, articulando productividad, ingresos y crecimiento económico, con aspectos relacionados con gestión ambiental y sostenibilidad, calidad de vida, desarrollo comunitario, prácticas de buen gobierno, entre otros.

"La Responsabilidad Social sirve para fortalecer la gestión empresarial a través de la implementación de prácticas y procedimientos de la empresa, de sus directivos y demás miembros en cada una de sus relaciones con todos los grupos de interés (stakeholders). (...) La Responsabilidad Social previene los riesgos sociales que se pueden traducir en demandas, sanciones, excesiva regulación gubernamental, pérdida de imagen y mercado y puede llevar a la desaparición del negocio." (Centro Colombiano de Responsabilidad Social, 2006, p. 2).

Algunos autores han incorporado el concepto de “Ciudadanía Corporativa” que Capriotti (2006) define de la siguiente forma: “Más allá de cuestiones eminentemente terminológicas, existen un conjunto de fundamentos comunes entre todas las definiciones y conceptos precedentes. Así, la Ciudadanía Corporativa, en sentido amplio, puede ser definida como los compromisos, estrategias y prácticas operativas que una compañía desarrolla para la implantación, gestión y evaluación de su conducta corporativa, su ética corporativa y sus relaciones corporativas. La Ciudadanía Corporativa, pues, se sustenta sobre cuatro aspectos generales: (a) el comportamiento corporativo, (b) la ética corporativa, (c) las relaciones corporativas, y (d) la política de ciudadanía corporativa”.

Sobre este mismo respecto Lang y Solms (2006) comentan: “Sin embargo, la ciudadanía corporativa bien entendida no es un acto altruista de beneficencia, sino un método estratégico de gestión empresarial caracterizado por una articulación sistemática de los intereses empresariales con el bien común. Y es en esta combinación donde reside su atractivo desde el punto de vista político”.

Los conceptos Sostenibilidad y Responsabilidad Social se articulan en la medida en que las empresas integren el ejercicio de la actividad operacional en su contexto bajo patrones de calidad ambiental y producción limpia, en donde la visión del medio no sólo sea adaptación, sino que aporte mejoras a las condiciones, en el marco de un compromiso hacia la creación y conservación de una cultura que permee las suposiciones, creencias, valores y normas que comparten los miembros de las organizaciones, con respecto a la gestión ambiental, la sostenibilidad, el compromiso con la comunidad, el desarrollo social y la calidad de vida.

Una verdadera estrategia de Responsabilidad Social, trasciende la simple caridad y la filantropía estratégica, contempladas como elementos de extensión, agregados de la actividad organizacional o factores de marketing y posicionamiento; y exige un programa integral de intervención que impacte proactivamente su contexto, identificando un norte estratégico en que converjan una dimensión económica (regulaciones de las conductas, código de conducta, gobierno corporativo, gestión de crisis y riesgos), una dimensión de Relación con el entorno (respeto al medio ambiente, ecoeficiencia, análisis medioambiental), y una dimensión social (Responsabilidad Corporativa y filantropía, indicadores laborales, desarrollo de capital humano, análisis social, atracción y detección del talento).

La empresa sostenible comenzó a ser señalada como aquella capaz de formular su estrategia integrando tres parámetros complementarios: crecimiento económico, creación de valor social y preservación ambiental, esto se evidencia desde los acercamientos a conceptos como Ecoeficiencia y Responsabilidad Social Corporativa (RSC) definida por el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) (1992) como ”la decisión de la empresa de contribuir al desarrollo sostenible trabajando con sus empleados, sus familias y la comunidad local, así como con la sociedad en su conjunto, para mejorar su calidad de vida”. 

Todas las actividades organizacionales desarrolladas deben tener como base fundamental el equilibrio de la rentabilidad, porque de lo contrario podría verse afectada la sostenibilidad misma de la compañía. En un enfoque estratégico se debe evitar la asignación de recursos no planeados para actividades comunitarias con el fin que la organización adquiera popularidad y reconocimiento por sus acciones sociales.

La estrategia deberá basarse en una programa de acciones sociales acordes con unos cronogramas, presupuestos y objetivos de calidad claramente definidos, asegurando la sostenibilidad misma de la organización y actuando con Responsabilidad Social, atendiendo las necesidades de los directivos, de la organización, del mercado (expansión), de los clientes (internos y externos), proveedores y de la sociedad.

La integración de la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad es un factor cada vez más atractivo para los inversionistas socialmente responsables, junto a las tendencias de globalización se fortalece la concepción de que la alineación de factores productivos, operacionales y económicos; con factores medioambientales y sociales, constituyen un aspecto diferenciador que fortalece las estrategias empresariales de posicionamiento prospectivo. Por consiguiente la interacción proactiva con el entorno y lo social, cada nuevo día adquiere una mayor preponderancia en los mercados bursátiles. Los inversionistas ven en el binomio Sostenibilidad- Responsabilidad Social como un elemento característico de organizaciones de innovación, altamente productivas, comprometidas con su rentabilidad también sostenible.

Prueba de estas aseveraciones es la importancia que ha tomado el Índice Dow Jones de Sostenibilidad (DJSI) que es la variante específica de la bolsa de Nueva York para empresas que cumplan unos determinados requisitos de sostenibilidad. El DJSI constituye el primer índice global a través del cual se evalúa el desempeño financiero de las empresas orientadas hacia la sostenibilidad que tiene participación en la Bolsa de Nueva York.

“El DJSI fue creado el 31 de diciembre de 1998 por las entidades Dow Jones Indexes (el indicador con sede en Nueva York), Stoxx Limited (Gestor del Índice Europeo) y SAM (Sustainable Asset Management), encargada de evaluar los candidatos a partir de los criterios de sostenibilidad elegidos por el índice, que se revisan trimestralmente (marzo, junio, septiembre y diciembre).”

Los criterios demandados a las empresas para que puedan formar parte del DJSI se encuentran categorizados en las precitadas dimensiones Económica, Relación con el entorno y social.

Conclusiones
La empresa del siglo XXI ha enriquecido el Desarrollo Sostenible integrando el capital humano como su principal activo, reconociendo que la capacidad de creación de nuevas ideas e innovación van de la mano con la Responsabilidad Social. De esto se deriva que la integración de las variables ambientales, económicas y sociales debe ir planeada en alineación con la estrategia corporativa, y que en el marco de la competitividad tribute al posicionamiento de productos y/o servicios de calidad.

Las certificaciones por gestión en procesos productivos sin afectar el medio ambiente, los miembros de la compañía que aseguren la calidad en su gestión, procesos y productos, el compromiso con la calidad de vida de los individuos, el buen gobierno, el desarrollo de las comunidades, la inclusión y las disminución de brechas socio-económicas, hacen que una empresa funcione con Responsabilidad Social Sostenible. Así la sostenibilidad se valoriza continuamente y se mantiene en equilibrio, reflejado en un aumento rentable para la empresa con un distintivo de alto interés de inversionistas, aumento de emprendimiento productivo, de capital y social. 

Referencias

Capriotti Paul. (2006) Concepción e Importancia Actual de la Ciudadanía Corporativa. Razón y Palabra, 53. Recuperado de www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n53/pcapriotti.html

Centro Colombiano de Responsabilidad Social (2006). ¿Qué es la Responsabilidad Social Empresarial?. Artículos CCRE. Recuperado de www.ccre.org.co/upload/2art03_g.pdf

Faircompanies (2007). Sobre el Índice Dow Jones de Sostenibilidad (DJSI). Recuperado de http://faircompanies.com/news/view/sobre-el-indice-dow-jones- sostenibilidad-djsi/

Lang Susanne & Solms Frank (2006). La responsabilidad social como estrategia de negocios. Nueva Sociedad. Recuperado de www.nuso.org/upload/fes_pub/lang.pdf

Organización de las Naciones Unidas (ONU). Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (1987). Our common future [Nuestro futuro común]. Madrid, España: Alianza Ed. 

Organización de las Naciones Unidas (ONU). Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (1987). Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Recuperado de www.un.org/esa/dsd/agenda21_spanish/res_riodecl.shtml

Programa de Naciones Unidad para el Desarrollo (1996). Informe sobre Desarrollo Humano 1996. Madrid, España: Mundi-Prensa Libros, S.A.

World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) (1992). Changing Course: A Global Business Perspective on Development and the Environment. London, England: The MIT Press. Recuperado de www.amazon.com/Changing- Course-Perspective-Development-Environment/dp/0262193183#reader_0262193183

20 abril, 2016

Los componentes de la Responsabilidad Social, elementos integrales de la Gestión Empresarial: Caso Ecopetrol 2010

Las empresas socialmente responsables asumen un comportamiento caracterizado por la integración de sus actividades operacionales y las exigencias de su entorno, implementan estrategias formales en las que la gestión interna apunta no solamente a la generación de valor desde el ámbito económico, sino, que abarca variables de tipo económico, social, ecológico, ético y político.

La orientación denodada para con la Responsabilidad Social Empresarial, no implica desestimar la generación de beneficios económicos para empresarios y accionistas, por el contrario involucra el compromiso adicional de generación de valor para los consumidores y la sociedad civil en general y los ecosistemas. Esta responsabilidad exige asumir una actitud crítica respecto a las formas y medios de maximización de las utilidades, de forma tal que los ingresos económicos no se generen a cualquier precio, en detrimento del ambiente, la condición humana o las dinámicas sociales.

Es evidente la importancia que en este enfoque tiene la proyección hacia los grupos de interés o stakeholder, y la consolidación de relaciones sostenibles caracterizadas con la confianza, el compromiso y el trabajo colaborativo, al respecto Fotaneda et al. (2007) analizan:

“En los ochenta aparece el concepto de stakeholder (grupo de interés), como complemento al shareholder (accionista), como  único interesado  en  la empresa. Según este nuevo punto de vista, el empresario no sólo debe de tener en cuenta al accionista, sino que además debe de tener en cuenta a todos los grupos de interés (clientes, trabajadores, proveedores, sociedad, sin olvidarse del inversor- accionista). Esta visión de la gestión de la empresa va en línea con la defendida desde los principios de la Calidad Total, donde para la buena marcha de la empresa y el beneficio a largo plazo, nos debemos de preocupar por la satisfacción de los clientes, que se consigue con la satisfacción de los trabajadores, proveedores y sociedad, lo que lleva a una mayor implicación de los grupos de interés.”

La tendencia global de orientar esfuerzos y compromisos hacia los grupos de interés apunta al acercamiento de las organizaciones  a  las  necesidades  y expectativas de los clientes, el personal, los inversionistas, la sociedad, los proveedores, el  estado  y  el  medio  ambiente. 

Con respecto a estas categorías, es importante destacar el naciente enfoque hacia el consumo sostenible, que apunta a las responsabilidades de los consumidores con respecto al reciclaje, la logística inversa y las buenas prácticas de los hogares que tributen a los esfuerzos empresariales.

El énfasis de las organizaciones empresariales hacia los impactos sobre la sociedad y el medio ambiente han adquirido un carácter universal, en esencia la estructura de componentes de la Responsabilidad  Social  es  similar  para todas las organizaciones sin distingo de tamaños, naturaleza o ubicación geográfica. De forma general los elementos constitutivos de la Responsabilidad Social se pueden clasificar en las siguientes dimensiones:

  • Dimensión Económica, que incluye los aspectos relacionados con la sostenibilidad, rentabilidad, recuperación de la inversión, generación de valor, etc.
  • Dimensión Ecológica, en la que se contempla    lo    pertinente    a preservación del medio ambiente, producción limpia, uso eficiente de recursos, renovabilidad, etc.
  • Dimensión Social, en la que se agrupan los elementos relacionados con el respecto a la generación de tejido social, interdependencia, calidad de vida, salud, supresión de brechas,  supresión  de  brechas, educación,  rendición de cuentas, inclusión y preservación cultural, entre otros.
  • Dimensión Ética, que contempla lo que tiene que ver con el respeto, derechos, el bien común, etc.
  • Dimensión Política, que incluye lo que respecta a la participación, buen gobierno,           comunicación, negociación, transparencia, etc.
  • Dimensión Gestión, en esta última categoría se agrupan los aspectos relacionados con   el   enfoque estratégico, certificaciones, sistemas integrales de gestión, generación de capital humano, clima organizacional, gestión de talentos, buenas prácticas, investigación, gestión del servicio, entre otros.


La categorización de componentes de la Responsabilidad Social ha sido objeto de estudio de diversos autores, muchas de los cuales se alinean con la clasificación universalmente aceptada de los tres pilares del desarrollo sostenible (ONU, 2005), que contempla una dimensión económica que se enfoca a la viabilidad operacional, una dimensión social, relacionada con la equidad; y una ecológica que está asociada con los conceptos de sostenibilidad.

En el orden de las clasificaciones de los componentes, se destaca la clasificación de Añez, Hernández, Silvestri & Gómez (2008), quienes indican que los elementos que conforman la Responsabilidad Social son: Compromiso de las empresas, Decisión Voluntaria, Beneficios para la sociedad y públicos de interés, Conducta Ética, Desempeño Ambiental y Adaptabilidad.

De igual forma es importante resaltar los temas que Fontaneda et al. (2007), contemplan como relacionados con la Responsabilidad Social, destacando entre otros: a)Empleabilidad y aprendizaje para toda la vida, b)Igualdad de oportunidades e inclusión social, c)Derechos humanos, d)Marketing social, e)Buen gobierno, f)Inversiones éticas, g)Reputación, h)Desarrollo sostenible, i)Consumo sostenible, j)Producción limpia, k)Comercio justo, l)Conciliación vida personal y trabajo, y m)transparencia en la gestión.

Este mismo sentido, Carroll (1991), citado por Bateman & Snell (2001) define una pirámide de la Responsabilidad Social Corporativa, en la que distingue cuatro dimensiones desde la perspectiva del compromiso:

  • Responsabilidades económicas de las organizaciones como la base fundamental de su permanencia en el tiempo, por lo que producir y generar servicios que la sociedad amerite constituyen la esencia de su existencia.
  • Responsabilidades legales, las cuales constituyen la obediencia a las leyes establecidas.
  • Responsabilidades éticas, que involucran el cumplimiento de otras expectativas     sociales, no contempladas en la ley.
  • Responsabilidades voluntarias, las cuales son comportamientos adicionales  y actividades  que  la sociedad amerita y que forman parte de los valores de la organización.

Desde otro punto de vista, también resulta interesante considerar las dimensiones y criterios que según Faircompanies (2007), son exigibles a las empresas para que puedan formar parte del Índice Dow Jones de Sostenibilidad (DJSI), como evidencias del cumplimiento de su responsabilidad social:

  • Económica (código de conducta, gobierno          corporativo,  gestión  de crisis y riesgos y criterios específicos del sector).
  • Relación con el entorno (respeto al medioambiente -ecoeficiencia-, análisis medioambiental y criterios específicos relacionados con el sector).
  • Social  (ciudadanía  corporativa  y filantropía,  indicadores  laborales, desarrollo  de  capital humano, análisis social, atracción y detección del talento y criterios específicos del sector).
Para efectos de abordar las dimensiones y elementos de la Responsabilidad Social Empresarial, se hizo un acercamiento a la política de la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol S.A.), al respecto, es importante destacar que el despliegue de Responsabilidad Social, tiene como núcleo la identificación de los grupos de interés y los compromisos empresariales para con cada uno de ellos; Ecopetrol enmarca su relación con los grupos de interés buscando generar confianza, en una relación integradora "gana-gana", enfocada al logro de los objetivos empresariales generando resultados económicos, sociales y ambientales que garanticen el desarrollo sostenible de su entorno.

“Para poder establecer los compromisos  es  necesario  realizar  el análisis de riesgos, impactos y oportunidades de sus grupos de interés, además entender sus interrelaciones y validarlas a través de un diálogo participativo con el objeto de identificar en conjunto las expectativas de sus grupos de interés. Con base en esto y asegurando el logro de los objetivos empresariales, Ecopetrol S.A. establecerá de manera concertada  los  compromisos  con  cada grupo de interés.” (Ecopetrol, 2010)

La Responsabilidad Social obedece a una estrategia integral de compromiso empresarial que se articula con su esencia operacional, con la finalidad de generar valor para los accionistas y los grupos de interés de acuerdo con la naturaleza de sus necesidades. Se puede observar una clara formulación estratégica, a través de un ciclo de gestión con el que se busca generar confianza, mejorar la reputación frente a sus grupos de interés y asegurar el logro de los objetivos empresariales en materia económica, social y ambiental.

La naturaleza multioperacional de la empresa y su diversidad de ubicaciones geográficas, originan una amplia variedad de externalidades e impactos, que también fortalecen su poder de negociación, debido entre otras razones, a la facilidad de acceso a organizaciones sociales trasnacionales y a la opinión pública internacional. Más allá de esta diversidad de externalidades, sus grupos de interés han sido perfectamente identificados y caracterizados de acuerdo con sus respectivas necesidades y compromisos. Ecopetrol clasifica sus grupos de interés en las categorías de a)Accionistas e Inversionistas, b)Empleados, Familiares y Jubilados, c)Proveedores, d)Clientes, e)Asociados, f)Sociedad, Comunidad y Medio Ambiente, y g)Estado; lo que evidencia su alineación en las tendencias internacionales de identificación de stakeholders.

Los compromisos con cada uno de los grupos de interés involucrados están soportados por objetivos estratégicos, prácticas, indicadores y metas, que se establecen y revisan periódicamente, teniendo en cuenta sus percepciones, necesidades y expectativas, así como los criterios y orientaciones estratégicas de la empresa. Los avances y resultados se notifican por diferentes medios masivos. La verificación se realiza mediante las audiencias públicas de rendición de cuentas y eventos nacionales y/o regionales con cada grupo de interés (convención de clientes y evento nacional de proveedores, entre otros).

Los informes de gestión social de la organización presentan una amplia gama de resultados de alto impacto, que evidencian los alcances del compromiso de su política de responsabilidad social y la forma como, – con un enfoque multipróposito –  han permeado muchos de los ámbitos de su contexto, en coherencia con la diversidad de sus externalidades.

En la Dimensión Económica se destaca el incremento de su rentabilidad, volúmenes de ventas e incursión en nuevos negocios, así como  generación valor a través de proyectos de conformación de pequeñas y medianas empresas agropecuarios, metalmecánicas, de procesamiento de alimentos, de confecciones, entre otros.

En la Dimensión Ecológica, se contribuye en la preservación del medio ambiente mediante la conformación de asociaciones defensoras de los ecosistemas, implementación de campañas de  reforestación,  reciclaje,  atención  de desastres, fomento de cultivos rotativos, recuperación y protección de cuerpos de agua. También el compromiso de implementación de los mejores estándares operacionales, de seguridad industrial y de producción limpia. Así como el aprovechamiento óptimo de recursos.

Con respecto a la Dimensión Social, se destaca el apoyo a la creación de fundaciones que trabajan el esquema de crédito a pequeños productores asociados en grupos solidarios, núcleos solidarios, famiempresas, núcleos productivos rurales, empresas asociativas de trabajo y empresas de servicios. Además de convenios firmados con las alcaldías y gobernaciones, para el desarrollo de la infraestructura  básica  que  genere  una mejor calidad de vida para los colombianos. La empresa apoya campañas preventivas de salud, acompaña brigadas y co-financia la construcción, ampliación, mejora y dotación de hospitales, centros y puestos de salud. Ecopetrol también apoya la preservación cultural de las comunidades indígenas, y garantiza oportunidades de inclusión para individuos y familias en situaciones problémicas o de conflicto. Y no menos importante son las cesiones de activos a empresas nacientes, la financiación de estudios para jóvenes de bajos recursos, así como las donaciones de equipos computacionales a escuelas rurales y de comunidades vulnerables.

En la Dimensión Ética, la empresa opera en el marco del respeto por la integridad de las comunidades vecinas, apoyando el desarrollo económico, social y cultural; y promueve la creación de espacios de acción integral de justicia y respeto a los derechos; procurando enmarcar cada iniciativa dentro de un enfoque hacia la búsqueda del bien común.

En la Dimensión Política, se promueven iniciativas de participación, buen gobierno, comunicación, transparencia, apelando a la capacidad de negociación de la  organización, como  instrumentos  de política para lograr un desarrollo organizado y equitativo de la sociedad.

Finalmente en la Dimensión Gestión, convergen de forma proactiva los elementos organizacionales, procesos, sistemas de gestión ambiental, sistemas integrales de gestión, gestión del capital humano, protección del clima organizacional, investigación-innovación y el enfoque estratégico que hemos analizado en el presente artículo.

Conclusiones

El enfoque de la Responsabilidad Social ha dejado de ser una opción de índole voluntaria para convertirse en una obligación empresarial que exige unas estructuras formales de objetivos, metas, proyectos, cronogramas y asignación de recursos bajo criterios de calidad, las organizaciones deben identificar con claridad la responsabilidad que asumirán con respecto al mejoramiento de la calidad de vida de los individuos, la promoción de los derechos fundamentales de la sociedad y al mismo tiempo contribuyendo a preservar el medio ambiente.

En  este  sentido,  es  creciente  el número de exigencias que experimentan las organizaciones en materia de proyección y responsabilidad hacia su contexto, y que se materializan a través de normas, estándares, leyes, requisitos para negociaciones y exigencias de certificaciones que garanticen su responsabilidad dentro de una cadena de valor o en el marco de una estrategia de integración.

Una implementación estratégica de la política de Responsabilidad Social que demuestre los compromisos de la organización para con los clientes, el personal, los inversionistas, la sociedad, los proveedores, el estado y el medio ambiente, independiente de la naturaleza tamaño y tipo de organización, se traduce en un factor potenciador de posicionamiento, generador de ventajas competitivas, y por ende de crecimiento de la rentabilidad.

El caso Ecopetrol demuestra que una política de Responsabilidad Social de alto impacto demanda de toda una estructura de gestión organizacional formalmente establecida que comprenda factores como definición estratégica, alcance, naturaleza, enfoque, compromisos, estructura y definición de grupos de interés, seguimiento y control, continuidad y mecanismos de divulgación.

En esencia, la finalidad de la política de Ecopetrol es fortalecer y gestionar de manera responsable las relaciones de Ecopetrol con sus grupos de interés, a partir del reconocimiento de sus necesidades y expectativas y de la adopción de prácticas que busquen el beneficio mutuo, con el fin de asegurar la confianza y reputación de la empresa y la sostenibilidad del negocio a largo    plazo.    (Ecopetrol,    2010)

Bibliografía

Organización de las Naciones Unidas. (2005). Documento Final de la Cumbre Mundial de 2005. Recuperado de www.un.org/spanish/summit2005/fact_sheet.html

Fontaneda, I., Camino, M., Mariscal, M. y González, O. (2007). Aproximación al concepto de Responsabilidad Social: Origen y evolución, hitos e implicación para las empresas. Anales de Mecánica y Electricidad, Septiembre-Octubre 2007. Recuperado de https://www.icai.es/publicaciones/anales_get.php?id=1457

Añez, S., Hernández, R., Silvestri, K. y Gómez, O. (2008). Elementos que conforman la responsabilidad social corporativa. Recuperado de www.redeconomia.org.ve/documentos/desageren/rscorpo.pdf

Bateman, T. y Snell, S. (2001). Administración una ventaja competitiva. (4ª. Ed). Mc Graw Hill. México.

Faircompanies (2007). Sobre el Índice Dow Jones de Sostenibilidad (DJSI). Recuperado de http://faircompanies.com/news/view/sobre-el-indice-dow-jones- sostenibilidad-djsi/